Skip to main content

Cambiando cómo vemos la discriminación por edad y su impacto en la salud mental

La discriminación por razón de edad es una de las formas más generalizadas de discriminación que a menudo pasa desapercibida. Tanto si se considera a una persona demasiado mayor como demasiado joven, puede tener un impacto devastador en su salud mental. 

"El prejuicio contra la edad es probablemente el mayor prejuicio” en el mundo en este momento", dice Anne Asman, MS, gerente del programa de la Clínica de Psiquiatría Geriátrica en el Instituto de Salud Mental Huntsman. "Es el prejuicio de muchas maneras diferentes contra las personas por su edad. No tiene por qué ser que sean mayores o menores; es simplemente un prejuicio general sobre la edad."

Comprender la discriminación por razón de edad

La discriminación por motivos de edad suele pasar desapercibida y puede manifestarse de diversas formas: desde estereotipar a las personas mayores como irrelevantes e incapaces hasta tachar a los jóvenes de inexpertos. En algunos países, las generaciones mayores son veneradas por su sabiduría y experiencia. En cambio, en muchas partes de Estados Unidos, el valor de los mayores ha disminuido.

"En los años 50 y 60 se respetaba y valoraba mucho a los mayores", afirma Asman. "Pero en las dos últimas décadas, eso se ha erosionado. A medida que la gente envejece, lamentablemente, la generación más joven no ve su valor en la sociedad."

Estas actitudes pueden hacer que los mayores se sientan invisibles, aislados y devaluados. A su vez, esto puede tener un impacto devastador en su salud mental.

Consecuencias de la discriminación por edad

Los estudios demuestran que las personas con actitudes negativas hacia el envejecimiento son más propensas a tener una esperanza de vida más corta: hasta 7,5 años menos que las que tienen una actitud más positiva.

Las personas mayores que no son tenidas en cuenta por la sociedad a menudo se encierran en sí mismas y se sienten solas, lo que en última instancia disminuye su calidad de vida. Durante la pandemia de COVID-19, estos sentimientos de aislamiento se acentuaron aún más, lo que pone de relieve la vulnerabilidad de los adultos mayores cuando las estructuras sociales se derrumban.

"La discriminación por motivos de edad puede empeorar las condiciones de salud mental", explica Asman, "especialmente entre los adultos mayores que luchan con procesos normales de envejecimiento, como fallos de memoria o la incapacidad ocasional de recordar un nombre."

La hiperconcentración de la sociedad en el deterioro cognitivo ha creado una ansiedad innecesaria, que lleva a muchos adultos mayores a buscar evaluaciones cognitivas para lo que, en realidad, son signos normales de envejecimiento. Esta ansiedad en torno al envejecimiento puede afectar a la salud mental y agravar trastornos como la depresión y la ansiedad.

Para combatir estos problemas, Asman subraya la importancia de abordar la salud mental en las poblaciones que envejecen. Las clínicas de psiquiatría geriátrica y los programas de envejecimiento óptimo proporcionan  recursos vitales para las personas mayores que necesitan ayuda para gestionar sus problemas de salud mental. 

Estos programas pueden ofrecer terapia, gestión de la medicación y sistemas de apoyo social que ayuden a los mayores a mantenerse mental y emocionalmente sanos mientras sortean las complejidades del envejecimiento.

Luche contra la discriminación por motivos de edad

Cambiar la narrativa social en torno a la discriminación por edad depende de cada uno de nosotros. Asman comparte estos consejos:

  • Escuche: Las historias son impactantes y ayudan a dar forma a nuestra sociedad. Las personas mayores que comparten sus experiencias pueden ayudar a educar e iluminar a las generaciones. Esto puede hacerse a través de programas educativos, presentaciones o incluso conversaciones informales.
  • Ayúdeles a adaptarse: Es importante que las personas mayores acepten el cambio y la adaptabilidad como claves para un envejecimiento saludable. Como señala Asman, la decisión de adaptarse -o no- puede determinar si los mayores siguen siendo visibles y participando en la sociedad o se vuelven invisibles. Dedique algún tiempo a enseñar los avances tecnológicos o a hablar de la actualidad. 
  • Pasen tiempo juntos: Todo el mundo necesita un sistema de apoyo. Mantenga a su adulto mayor involucrado en las reuniones familiares, inclúyalo en las actividades y vea cómo está a menudo. 
  • Revise su lenguaje: Para combatir la discriminación por motivos de edad, debemos cambiar nuestra forma de pensar y nuestro lenguaje. En lugar de "anciano" o "persona mayor", diga "adulto mayor".

Con los recursos y el apoyo adecuados, los mayores pueden seguir contribuyendo de forma significativa a la sociedad, manteniendo tanto su salud mental como física.